Looking to sustainability for opportunity
Looking to sustainability for opportunity
Los gestores de carteras Michael Keough y Brad Smith comentan por qué los inversores podrían beneficiarse de adoptar un enfoque activo sobre inversiones sostenibles en el entorno de inversión actual para los bonos corporativos.
Aspectos destacados
- Creemos que la transición hacia la sostenibilidad será un motor del cambio económico y, por tanto, una oportunidad continua para identificar a los ganadores que se hayan situado en el lado correcto de la disrupción social y medioambiental.
- A nuestro juicio, un enfoque activo sobre la inversión sostenible puede beneficiar a los inversores que transitan por el entorno actual, al ayudarles a sopesar las oportunidades con los riesgos.
- Prevemos que el mercado de bonos desempeñará un papel fundamental a la hora de influir positivamente en las cuestiones Ambientales, Sociales y de Gobierno corporativo (ASG), pero lo que consideramos más adecuado para marcar la diferencia es la gestión activa y el diálogo proactivo con las empresas participadas.
El mundo está cambiando, y con él la economía global. Los inversores lo saben y buscan cada vez más inversiones sostenibles. Sin embargo, en nuestra opinión, invertir en sostenibilidad no solo consiste en ayudar a materializar nuestros valores, sino también en crear oportunidades para que los gestores activos añadan valor comprendiendo la disrupción económica en curso, conociendo bien los sectores y las empresas, y aprovechando su experiencia en gestión de riesgos. Con los discretos rendimientos de la deuda pública y los diferenciales de los bonos corporativos cerca de sus mínimos históricos, los inversores y gestores de inversiones deberían aprovechar todas las herramientas y oportunidades a su alcance para cumplir sus objetivos de rentabilidad y riesgo, incluidas las oportunidades que puede brindar la transición hacia una economía global sostenible.
Beneficiarse de la disrupción
A lo largo de la historia, han surgido importantes oportunidades de inversión en épocas de cambio transformacional. Ya el año pasado vimos los cambios repentinos que acarreó el covid 19 y el efecto transformador que tuvieron en todo, desde las empresas tecnológicas hasta los precios del petróleo y el mercado inmobiliario. En nuestra opinión, la transición hacia una economía sostenible es una transformación generacional que creará importantes oportunidades de inversión a largo plazo.
Themes of disruption
Vemos cuatro temas que impulsan la transición hacia una economía sostenible.
TRANSICIÓN HACIA UNA ECONOMÍA ECOLÓGICA | Cambio climático y Energía limpia | Consumo y producción responsable | Ciudades y transporte sostenibles | Eficiencia de los recursos naturales | Agua |
DESARROLLO ECONÓMICO Y COMUNITARIO, INCLUSIÓN | Servicios financieros e inclusión | Desarrollo de comunidades | Infraestructura | Diversidad, igualdad, inclusión |
CONOCIMIENTOS Y TECNOLOGÍA, INNOVACIÓN | Tecnología e innovación sostenibles | Educación de calidad |
SALUD Y BIENESTAR | Innovación en atención sanitaria | Accesibilidad, acceso y servicios de sanidad | Calidad de vida |
Fuente: Janus Henderson
Esto no quiere decir que el ciclo económico ya no sea importante, o que los inversores tengan que ignorar las incertidumbres actuales en torno a la política fiscal y monetaria, o los retos que supone cumplir con sus objetivos de ingresos en un mundo de bajo rendimiento. Estos temas son en gran medida cíclicos, mientras que la migración hacia una economía más sostenible es estructural.
Prevemos que la transición hacia la sostenibilidad será un motor del cambio económico durante muchos años y que, en consecuencia, será una oportunidad continua para identificar a los ganadores que se hayan situado en el lado correcto de la disrupción. Dado que el objetivo de los gestores activos es actuar con anticipación y extraer el beneficio máximo del cambio, deben estar preparados para encontrar las oportunidades que ofrecen estos cambios, al tiempo que identifican a las empresas que podrían tener dificultades en seguir el ritmo.
La sostenibilidad es una vía de acceso a oportunidades
La inversión pasiva, ya sea en bonos corporativos o en bonos corporativos sostenibles, tiene sus ventajas. El índice de referencia de bonos corporativos tiene características conocidas de riesgo y rentabilidad, lo que lo convierte en una solución cómoda para las decisiones de asignación de activos generales. Sin embargo, estos índices tardan tiempo en reflejar el cambio, ya que no están diseñados para dirigir a los inversores hacia donde nos puede llevar el cambio social y medioambiental.
Igual que los índices de referencia de bonos corporativos, las medidas convencionales de los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) son más un reflejo del pasado que una predicción del futuro. Muchas de las calificaciones ASG que los proveedores externos otorgan a empresas se basan en comportamientos pasados, no en expectativas de futuros cambios. Los gestores activos deben ser más prospectivos, y generalmente lo son. Con independencia de sus resultados anteriores, ¿qué empresas se están preparando con planes para el cambio? ¿Cuáles son sus posibilidades de éxito?
Para nosotros, la clave de la inversión sostenible reside en la idea de que las empresas tienen más probabilidades de tener éxito y generar excelentes rentabilidades a largo plazo si crean valor para todos sus grupos de interés, incluidos los clientes, empleados/as y la sociedad en general. Los gestores activos, especialmente los que cuentan con amplias capacidades de análisis, pueden considerar las calificaciones ASG de terceros como un componente dentro del sólido análisis propio que examine a una empresa no sólo en el contexto de temas de disrupción más amplios, sino también en el contexto del cambio en el sector concreto de la empresa, incluso en las cadenas de suministro que emplea. Estas herramientas son decisivas para identificar a las empresas que tienen o están trabajando para conseguir un modelo de negocio sostenible y «preparado para el futuro». Por el contrario, los análisis basados en consideraciones sostenibles pueden descubrir empresas que no pueden o no quieren cambiar, evitando así, quizá, los malos resultados que podrían conllevar.
Gestionar a través de la interacción
La gestión activa bottom-up basada en el análisis fundamental, necesariamente implica interactuar con los directivos de las empresas. La interacción periódica con ellas es crucial para comprender mejor no solo el alcance de sus deficiencias actuales, sino también su capacidad y voluntad de migrar hacia un modelo de negocio más sostenible. Esta interacción ayuda a promover la transparencia y puede animar a la empresa a adoptar prácticas empresariales más sostenibles. Idealmente, la interacción crea un círculo virtuoso donde la influencia se traduce en mejores prácticas de sostenibilidad que reducen el coste de capital, animan a la competencia de la empresa a hacer lo mismo y aceleran la transformación general hacia la sostenibilidad.
La interacción con las empresas también puede ayudar a distinguir entre las que están comprometidas con el cambio y las que pueden estar haciendo «greenwashing» (ecoblanqueo) o tratando de presentar sus productos y servicios como más sostenibles de lo que realmente son. Lo cierto es que alcanzar la sostenibilidad es un proceso complejo que lleva tiempo. Y la inversión en empresas sostenibles es igualmente compleja, precisamente porque resulta difícil medir de forma significativa la sostenibilidad.
Tener en cuenta los factores ASG no consiste simplemente en evaluar los productos o servicios de una empresa, sino también su comportamiento, conducta, cadena de suministro y operaciones comerciales en general. Además de comprender el comportamiento de una empresa en el pasado, la forma en que aborda las controversias y su última divulgación sobre factores ASG, es esencial analizar la estrategia de la empresa y ver si la está ejecutando. El análisis propio de carácter prospectivo y el diálogo activo son pasos fundamentales para realizar inversiones sólidas y promover la transparencia y la honestidad. Las empresas han hecho y harán greenwashing para ahorrar tiempo, dinero o ambas cosas. Los índices de referencia incluso pueden incluir empresas que consiguen cumplir un requisito mínimo de ASG, independientemente de las intenciones o los planes futuros que tengan. Los gestores activos tienen el cometido de identificar y evitar empresas que solo sean sostenibles en apariencia.
Los riesgos pueden, y deben, gestionarse
Tradicionalmente los gestores activos y prudentes han considerado que su responsabilidad es identificar, cuantificar y mitigar el riesgo. En este sentido, la inversión sostenible no es diferente a la tradicional. En nuestra opinión, analizar una empresa desde un prisma sostenible no solo ayuda a mejorar la rentabilidad de una cartera, sino también a mitigar sus riesgos, maximizando así las rentabilidades ajustadas al riesgo.
Los gestores de bonos corporativos activos saben desde hace tiempo que invertir en una empresa que atraviesa dificultades puede traducirse en pérdidas que ascienden a varias veces la recompensa obtenida por elegir empresas que van «bien». Por esa razón, «evitar a los perdedores» ha sido tradicionalmente más importante que «seleccionar a los ganadores»; no obstante, en la inversión sostenible, la gestión activa puede ayudar a cambiar esta dinámica, ya que podría revelar problemas graves en la transición inicial de la empresa a través de prácticas de interacción coherentes, además de mitigar las pérdidas asociadas a esto. Por otro lado, debido a las oportunidades que crea la disrupción, puede que haya más ocasiones para que las empresas punteras en sostenibilidad ganen rápidamente cuota de mercado, mejoren sus perfiles crediticios y calificaciones y generen rentabilidades excepcionales.
Adoptar un enfoque activo en inversión sostenible también podría ayudar a reducir el perfil de riesgo general de una cartera al permitir una mayor diversidad de factores de riesgo. Toda vez que la inversión pasiva exige replicar un índice de referencia establecido, es susceptible de crear exposiciones concentradas en una empresa, sector o industria que pueden ser inconvenientes o incapaces de seguir el ritmo del cambio. Esto puede ser ventajoso o no en determinadas ocasiones, pero matemáticamente disminuye la diversidad de una cartera. En algunas industrias o sectores esto podría ser importante, ya sea debido a la escasez de opciones de inversión sostenibles o a la concentración en un puñado de valores.
Invertir de forma sostenible y proactiva puede marcar la diferencia
Creemos que los bonos corporativos tienen y desempeñarán un papel decisivo en una cartera diversificada de bonos, con independencia de si se gestiona de manera pasiva o activa. Sin embargo, creemos que un proceso asentado en una investigación sólida y un análisis ASG propio en el que se evalúe activamente la trayectoria de una empresa hacia la sostenibilidad debería sentar las bases para capturar las ventajas del cambio transformacional y contribuir a evitar el riesgo de pérdidas cuando los rezagados en factores ASG (ESG) languidecen.
Aunque creemos que los desafíos del entorno actual exigen adoptar un enfoque activo para gestionar los riesgos e identificar oportunidades, también pensamos que invertir con una perspectiva sostenible brinda la oportunidad de inducir un cambio positivo. Prevemos que el mercado de renta fija, dada su amplitud, desempeñará un papel decisivo en financiar la transición hacia una economía global sostenible y en lograr avances sobre diversas cuestiones ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG). No obstante, los aspectos más adecuados para marcar la diferencia, a nuestro juicio, son la gestión activa y el diálogo proactivo con las empresas participadas. El diálogo que ofrecen los gestores activos puede ayudar tanto a los inversores como a los consumidores al exigir a las empresas una mayor responsabilidad y transparencia. En nuestra opinión, un análisis activo sobre la sostenibilidad de los bonos corporativos no solo brinda la posibilidad de obtener una rentabilidad superior a un índice de referencia o una gestión de riesgos más activa, sino la oportunidad de concentrar las inversiones de manera que puedan ayudar al mundo a lograr la transición hacia un futuro mejor.