Junio de 2020
Sostenibilidad y digitalización: acelerar la transición a un mundo con bajas emisiones de carbono
Aspectos destacados
- La crisis de la covid-19 ha puesto en evidencia y, en algunos casos, adelantado los avances en el ámbito digital y ha demostrado la capacidad de la sociedad para funcionar de forma eficaz con bajas emisiones de carbono.
- La transición a una economía con bajas emisiones de carbono se está acelerando, como demuestran las nuevas leyes climáticas aprobadas en la UE, y creemos que es importante adaptarnos a este futuro sostenible.
- Los interesantes avances en la eficiencia de la tecnología de baterías de vehículos eléctricos podrían suponer un paso adelante para lograr una economía con bajas emisiones de carbono.
En los últimos seis meses, la covid-19 ha cambiado nuestro modo de vida y funcionamiento en todo el mundo. Gobiernos de todo el mundo han impuesto medidas de confinamiento en casa y paralización, provocando trastornos económicos y sociales sin precedentes. Pero estos trastornos no han sido uniformes. Muchas personas y empresas se han adaptado rápidamente un mundo de limitaciones de movimiento y distanciamiento social. El elemento común de esta resistencia económica es la digitalización.
De la productividad al ocio y la salud, la digitalización ha ofrecido los medios para seguir adelante. La informática en nube (cloud), los pagos electrónicos y la generalización del uso de Internet son características de la economía digital que nos han permitido vivir y salir adelante como nunca antes. Y aunque la «digitalización total» no es nueva, la crisis ha evidenciado claramente los avances ya logrados, acelerándolos incluso en algunos casos. Se trata de un cambio estructural que llevaba produciéndose desde hace mucho tiempo, ahora impulsado por la crisis, y creemos que es clave para lograr una economía sostenible.
La crisis impulsa las plataformas digitales
El consejero delegado de Microsoft, Satya Nadella, lo resumió bien recientemente en su última conferencia telefónica de presentación de resultados de abril, al afirmar que la compañía había vivido «dos años de transformación digital en dos meses», como demuestran las cifras. Solo en marzo, el blog de Microsoft Azure registró un aumento del 775% en el uso de informática en nube (cloud) en las regiones con restricciones sociales y un incremento del número de usuarios de Microsoft Teams, con 900 millones de minutos de reuniones y llamadas realizadas en una semana (a 28 de marzo de 2020). Pero esto no es más que la punta de iceberg en cuanto a la adopción digital. De la compra de alimentos por Internet a la «telemedicina» o el teletrabajo y las aulas virtuales, muchas personas han accedido por primera vez a las aulas digitales. Pero ¿son esas plataformas suficientemente potentes para producir un cambio duradero en la interacción con los clientes cuando remita la crisis?
Creemos que las empresas que permitan una mayor productividad y un uso más eficiente de los preciados recursos naturales del mundo tendrán éxito a largo plazo. Creemos que la digitalización y la sostenibilidad son dos caras de la misma moneda, ya que hacen posibles que las personas y las empresas trabajen, vivan y sean eficientes sin necesidad de una excesiva huella de carbono. Si hay algo positivo que haya tenido esta crisis, es que ha servicio para evidenciar la idea de que muchas personas pueden vivir su vida perfectamente con menores emisiones de carbono.
MIENTRAS QUE EL NÚMERO DE VUELOS SE DESPLOMA, LOS USUARIOS DE MICROSOFT TEAMS SE DISPARAN
[caption id="attachment_296170" align="alignnone" width="886"] Source: Flightradar24.com total number of flights tracked by flightradar24 per day from 20 January 2020 to 18 May 2020. Microsoft Teams users figures from Microsoft press releases and earnings call as at 20 May 2020.[/caption]
Algunos sectores se comportaron peor que otros durante la crisis, como los viajes, el transporte y la industria pesada. Las aerolíneas y las compañías de cruceros paralizaron su actividad y fueron de las más gravemente afectadas por las medidas de distanciamiento social y prohibiciones de viajes adoptadas en todo el mundo, con una caída del tráfico aéreo global del 65% en el periodo mensual cerrado a 7 de abril, según una instantánea de vuelos en el aire de flightradar24.com. Mientras que el confinamiento ha dejado en evidencia los puntos débiles de este sector, creemos que no ha hecho sino acelerar una transición ya existente y, en nuestra opinión, imparable, hacia una economía con bajas emisiones de carbono, con el desarrollo de las nuevas tecnologías y el endurecimiento de la normativa relativa al carbono. De hecho, en medio del pánico por la covid-19, la UE anunció sus planes de aprobar una nueva ley climática que obligará a los países a reducir sus emisiones netas de gases de efecto invernadero hasta cero para el año 2050.[1] El 4 de marzo, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció en Bruselas que se trataba de un «compromiso político y nos sitúa irreversiblemente en la senda hacia un futuro más sostenible», lo que coincide con nuestra opinión.
La tecnología de las baterías, un punto de inflexión
Los avances en la tecnología de las baterías constituyen interesantes pasos hacia un mundo con bajas emisiones de carbono. Durante el año pasado, se han publicado varios estudios de investigación que apuntan a posibles avances en las baterías de los vehículos eléctricos que supondrían un punto de inflexión. Uno de los mayores problemas actuales de las baterías es el equilibrio entre combinar una alta densidad de energía con la duración y seguridad de la batería. Sin embargo, los estudios demuestran que estamos llegando a una nueva etapa en la que estos problemas pueden solucionarse. En cuanto a los materiales, la investigación ha señalado que el cobalto, un recurso caro pero necesario, podría diseñarse a partir de baterías con nueva tecnología de materiales. ¿Estamos llegando por fin al momento en que tanto el nivel de rendimiento como el coste de las baterías fomentan la adopción generalizada de coches eléctricos por parte de los consumidores? Puede que no estemos tan lejos de la «batería de las mil millas» de Elon Musk de lo que se creía y avances como este son los que nos acercan a una economía con bajas emisiones de carbono.
Vivimos en una época de cambios excepcionales ―caracterizada por la digitalización total y la transición a una economía con bajas emisiones de carbono― y aunque la crisis de la covid-19 puede haber puesto en evidencia, y en algunos casos acelerado, estas tendencias, creemos que son cambios estructurales que se estaban produciendo mucho tiempo antes de la crisis y que continuarán durante mucho tiempo después. Vemos una estrecha vinculación entre el desarrollo sostenible, la innovación y el crecimiento compuesto a largo plazo. Nuestro marco de inversión trata de invertir en empresas que tienen un impacto positivo en el medioambiente y la sociedad, a la vez que nos ayuda a acertar con respecto a la disrupción y a beneficiar a nuestros inversores.
[1] https://ec.europa.eu/clima/policies/eu-climate-action/law_en