Asegúrese de que Javascript esté activado a efectos de accesibilidad del sitio web. El que arriesga, gana: ¿es hora de añadir riesgo? - Janus Henderson Investors
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Quien arriesga, gana: ¿es hora de añadir riesgo?

Últimamente, el consenso de mercado ha recomendado reducir el perfil de riesgo en una complicada coyuntura de mercado. Pero, ¿conviene ahora seguir la opinión del consenso o corren los inversores el riesgo de perder algunas de las mejores oportunidades de compra a largo plazo? El equipo de Construcción y Estrategia de Carteras (PCS por sus siglas en ingles) explica por qué ahora podría ser el momento de actuar con valentía, mientras otros huyen despavoridos.

Sabrina Denis

Sabrina Denis

Estratega de carteras sénior


Matthew Bullock

Matthew Bullock

Director de Construcción y estrategia de carteras para EMEA


Mario Aguilar De Irmay, CFA

Mario Aguilar De Irmay, CFA

Estratega de carteras sénior


7 de noviembre de 2022
5 minutos de lectura

Aspectos destacados:

  • La mayor parte de los analistas del mercado recomiendan hoy mantener un reducido nivel de riesgo de renta variable y rotar lo que resta de esa asignación a renta variable hacia títulos de calidad, así como evitar el crédito de mayor riesgo y aumentar la exposición a deuda pública.
  • No obstante, los datos muestran que, en la mayoría de los casos cuando el sentimiento de mercado ha sido bajo, los mercados mundiales de renta variable han cosechado sólidas rentabilidades en los años posteriores.
  • Si bien es pertinente que los inversores adversos al riesgo protejan su capital, creemos que, cuando el sentimiento de mercado alcanza cotas tan ínfimas, la mayoría de las sorpresas significativas probablemente serán al alza.

El año 2022 ha sido difícil por numerosas razones. No solo por las complicadas condiciones económicas y de mercado, sino también por el hecho de que esas dificultades se han producido justo después de un periodo de dos años muy intenso que comenzó con el estallido de la pandemia. Este año se anunciaba como el «retorno a la normalidad». Ahora bien, en ocasiones, se antoja que existe tanta incertidumbre como en 2020. Como es lógico, los inversores están cansados y nerviosos.

Con esto en mente, no sorprende que la sucesión de noticias económicas y de mercado negativas hayan creado una opinión de consenso sobre el posicionamiento de cartera. Hoy en día, abundan los comentarios de mercado que defienden un enfoque ampliamente uniforme sobre cómo construir una cartera. La mayoría de webcasts y publicaciones parecen recomendar ahora una postura de «aversión al riesgo». Dicho de otro modo: mantener un reducido nivel de riesgo de renta variable y rotar lo que resta de esa asignación a renta variable hacia títulos de calidad, así como evitar el crédito de mayor riesgo y aumentar la asignación a deuda pública.

Algo que resulta especialmente llamativo es el carácter universal de esas opiniones.

Los inversores han seguido en gran medida estos consejos, como demuestran las considerables y generalizadas salidas de capitales de los activos de riesgo. Solo los fondos alternativos y, en mucha menor medida, los fondos de materias primas se han librado del éxodo.

Esas opiniones o actuaciones no son necesariamente erróneas. Si hubiéramos seguido esas recomendaciones en 2022, habríamos logrado en gran medida conservar el capital o, al menos, mitigar las pérdidas. Como equipo, hemos defendido un posicionamiento similar desde hace bastante tiempo. En el caso de los inversores con una menor tolerancia al riesgo, ese enfoque es (y sigue siendo) sensato, puesto que el mundo afronta una peligrosa combinación de subidas de tipos de interés sin precedentes, una elevada inflación y un crecimiento económico mundial renqueante.

No obstante, creemos que, cuando el sentimiento en los mercados llega a un punto tan ínfimo, la mayoría de las sorpresas significativas probablemente serán al alza.

El sentimiento se halla en mínimos récord...

Dada la plétora de noticias fatídicas sobre los mercados y la coyuntura económica mundial, encontrar una opinión positiva resulta una ardua tarea. Esto se refleja en los indicadores de sentimiento, que marcan mínimos sin precedentes (gráfico 1).

Gráfico 1: La cinco peores lecturas de los indicadores de sentimiento desde 1987


Fuente: Bloomberg, OCDE, Janus Henderson Investors. Datos de enero de 1987 a 30 de septiembre de 2022.

Se necesita valentía para empezar a plantearse una visión de mercado totalmente diferente. Con todo, creemos que se trata de una vía que merece la pena explorar para los inversores con una tolerancia al riesgo que les permita aceptar volatilidad a medio plazo.

Los puntos de entrada a las mejores inversiones a largo plazo rara vez ocurren en periodos de optimismo en los mercados, pero pueden suceder en periodos de profundas caídas y reducida confianza del mercado.

Es importante mencionar ahora que no podemos afirmar con seguridad (nadie puede) cuándo el mercado ha tocado suelo. En el entorno de mercado actual, simplemente existen demasiadas variables y, por lo tanto, la probabilidad de que los mercados prosigan su trayectoria bajista es muy elevada.

No obstante, lo que sí sabemos con certeza es que los mercados atraviesan ciclos de auge y declive.

Si retomamos los índices de sentimiento mostrados en el gráfico anterior y eliminamos el año 2022 de la ecuación, resulta interesante observar cómo evolucionaron los mercados de renta variable en el siguiente periodo de 1 y 3 años después de esos niveles mínimos (gráfico 2).

Gráfico 2: Rentabilidad de la renta variable mundial 1 y 3 años después de los peores indicadores de sentimiento


Fuente: Rentabilidad de la renta variable mundial medida por el índice MSCI World en USD (2022 excluido). Bloomberg, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Janus Henderson Investors, a 30 de septiembre de 2022. 

Aunque nos centramos en muy pocos datos y, por lo tanto, debemos extremar la prudencia a la hora de sacar conclusiones, lo que observamos es que en todos los casos, salvo en 2011, la renta variable mundial experimentó una significativa recuperación al cabo de 12 meses y que TODOS los mercados cosecharon rentabilidades a 3 años sumamente robustas.

En nuestra opinión, existe un claro vínculo entre los niveles de confianza y las rentabilidades de la renta variable.

En el gráfico 3 mostramos las rentabilidades de la renta variable mundial en periodos móviles de 6 meses frente a la variación del índice de confianza de los consumidores para la OCDE.

Gráfico 3: Rentabilidades de la renta variable mundial en periodos móviles de 6 meses frente a la variación del índice de sentimiento global


Fuente: Rentabilidad de la renta variable mundial medida por el índice MSCI World en USD. Bloomberg, OCDE, Janus Henderson Investors, a 30 de septiembre de 2022. La rentabilidad histórica no predice las rentabilidades futuras.

La estrecha relación entre los cambios en la confianza y las rentabilidades del mercado resulta patente. En el momento de escribir estas líneas, el índice de confianza, aunque en descenso (esto se ilustra mediante una variación en el índice por debajo de 0), está descendiendo a un ritmo más lento, lo que todavía no se refleja en las rentabilidades de la renta variable.

¿Y ahora qué?

En muchas de nuestras reuniones con los clientes, el equipo de Construcción y Estrategia de Carteras (PCS) de Janus Henderson ha observado un miedo universal a los mercados, una firme voluntad de mantener la aversión al riesgo y, en algunos casos, de «echar el cerrojo» el resto del año.

No obstante, si echamos una mirada atrás en la historia, observamos que entornos como este han sido momentos cruciales, en los que actuar con valentía mientras otros huyen despavoridos ha ofrecido las mejores oportunidades de compra. Con esto no queremos decir que los mercados protagonizarán una recuperación repentina. No, los mercados podrían seguir atravesando dificultades. Pero, en algún momento, la situación cambiará.

El tiempo dirá si nos encontramos en el punto mínimo del mercado, o más o menos cerca de él, pero lo que sí podemos afirmar con certeza es que los mercados siempre se recuperan, y ahora mismo nos hallamos pero que muy lejos del punto máximo.

 

Los valores de renta variable están sujetos a riesgos, incluido el riesgo de mercado. Las rentabilidades fluctuarán en respuesta a acontecimientos políticos, económicos y relacionados con los emisores.

Los valores de renta fija están sujetos al riesgo de tipo de interés, inflación, crédito e impago. El mercado de renta fija es volátil. Cuando los tipos de interés suben, los precios de los bonos normalmente bajan, y viceversa. La devolución del capital no está garantizada y los precios podrían disminuir si un emisor no puede realizar los pagos a tiempo o si su solvencia crediticia empeora.

La volatilidad mide el riesgo utilizando la dispersión de las rentabilidades de un instrumento determinado.

Estas son las opiniones del autor en el momento de la publicación y pueden diferir de las opiniones de otras personas/equipos de Janus Henderson Investors. Las referencias realizadas a valores concretos no constituyen una recomendación para comprar, vender o mantener ningún valor, estrategia de inversión o sector del mercado, y no deben considerarse rentables. Janus Henderson Investors, su asesor afiliado o sus empleados pueden tener una posición en los valores mencionados.

 

La rentabilidad histórica no predice las rentabilidades futuras. Todas las cifras de rentabilidad incluyen tanto los aumentos de las rentas como las plusvalías y las pérdidas, pero no refleja las comisiones actuales ni otros gastos del fondo.

 

La información contenida en el presente artículo no constituye una recomendación de inversion.

 

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