Vista rápida: ¿Qué implican los aranceles de Trump a la UE para los mercados europeos de renta variable?
El gestor de fondos Robert Schramm-Fuchs analiza el posible impacto sobre los mercados europeos de renta variable de los aranceles del 50% a la UE propuestos por el presidente Trump.

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Aspectos destacados:
- El 23 de mayo, el presidente Trump anunció que recomendaba imponer aranceles del 50% a las importaciones de la Unión Europea a EE. UU. a partir del 1 de junio, descartando en efecto el plazo de 90 días de pausa arancelaria propuesto anteriormente.
- Los mercados europeos de renta variable podrían volver a descontar una mayor probabilidad de recesión, aunque no creemos que en la misma medida que a principios de abril, dado que la era Trump 2.0 ha registrado en general un patrón de exigencias maximalistas de EE. UU. seguidas de la idea de que EE. UU. recula y celebra negociaciones bilaterales.
- Además, en nuestra opinión los mercados están ya más acostumbrados a la volatilidad ocasionada por las noticias relacionadas con el comercio. Así, aunque una corrección de la bolsa europea es bastante posible, nos parece poco probable que se vuelva a los mínimos de abril.
Justo cuando parecía que mayo iba a ser un mes relativamente tranquilo, el presidente Trump sorprendió con la propuesta de imponer aranceles del 50% a las importaciones de la Unión Europea a EE. UU. a partir del 1 de junio. Así, la fecha límite del 90 días de pausa arancelaria, el 9 de julio, ha quedado descartado. Es probable que en breve se celebren reuniones de urgencia a nivel de la UE para determinar cómo proceder a partir de ahora.
Siempre hemos dicho que habría días con titulares negativos como los de hoy, pero al mismo tiempo no hay que darles demasiada importancia. Parece que los titulares van a seguir generando mucha volatilidad, dado que las cuestiones comerciales entre EE. UU. y Europa son complejas y abarcan asuntos difíciles de resolver, como las barreras no arancelarias, la regulación y el impuesto sobre el valor añadido (IVA).
Los partidarios de la línea dura en la UE también podrían reabrir el debate sobre posibles medidas de represalia, como la escalada de aranceles o incluso la imposición de aranceles sobre los servicios (digitales), la restricción del acceso de las empresas estadounidenses a los mercados de servicios financieros y a las licitaciones públicas de la UE, medidas todas ellas que se debatieron inmediatamente después del anuncio original del «día de la liberación». Al igual que entonces, esperamos que los partidarios de la línea dura de la UE sean rápidamente apartados por voces más moderadas, especialmente ahora que el nuevo Gobierno alemán ha asumido el poder.
Medir la reacción del mercado
Los mercados europeos de renta variable podrían volver rápidamente a descontar una mayor probabilidad de recesión, aunque es poco probable que alcancen los niveles extremos de principios de abril. Decimos esto en un contexto de fuerte recuperación de los precios de las acciones desde los mínimos registrados en abril, lo que, por ejemplo, llevó al índice alemán DAX a nuevos máximos históricos, aunque el EuroStoxx50 y otros índices de referencia nacionales no registraron esos niveles. Tras el momento inicial de pánico, Europa registró nuevos flujos de entrada de capital inversor, aunque en general estos se mantienen en niveles bajos.
El mercado bursátil podría afrontar este nuevo episodio arancelario con más calma, dada la experiencia acumulada hasta ahora en la era Trump 2.0, caracterizado por unas demandas maximalistas iniciales por parte de EE. UU., seguidas de un aparente retroceso y negociaciones bilaterales con algunas novedades provisionales optimistas y resultados preliminares.
Fuera lo viejo
Reiteramos que Europa haría bien en darse cuenta de que, con el antiguo sistema comercial, también se están aprovechando de ella. Europa también presenta un déficit comercial anual de varios cientos de miles de millones de euros con China. Incluso la antigua campeona mundial de exportaciones, Alemania, se ha convertido en un país deficitario en el comercio con China en los últimos cuatro años, desde una situación anterior más o menos de equilibrio.
Además, Europa ha sufrido una rápida desindustrialización. Nuestra base de fabricación y nuestras ventajas en materia de propiedad intelectual se están transfiriendo cada vez más a China, que sigue subvencionando generosamente a las industrias para alcanzar una escala y una base de costes dominantes y luego volcarse en exportar su exceso de capacidad y eliminar la competencia occidental restante. Esta base tampoco es sostenible para Europa.
La Organización Mundial del Comercio está obsoleta. Se precisan nuevos acuerdos comerciales —no vale la pena defender los antiguos y ahora extintos— y hay que hacerlo rápidamente porque, (a) Europa tiene actualmente cero defensas contra una potencial ola de exportaciones chinas redirigidas que ya no tienen a EE. UU. como salida, y (b) cualquier acuerdo comercial con EE. UU. tiene muchas más probabilidades de ser mutuamente beneficioso si incluye una línea común contra China.
Más allá de los aranceles y el comercio
Como hemos escrito antes, es poco probable que las negociaciones entre EE. UU. y la UE traten simplemente sobre aranceles y comercio. Es más probable que consistan en un diálogo macroeconómico y geopolítico de gran alcance. El gasto en defensa, la seguridad del suministro energético, el persistente superávit por cuenta corriente de la UE desde la crisis de la zona euro de hace más de una década, el tipo de cambio entre el euro y el dólar estadounidense, el estatus de moneda de reserva del dólar estadounidense, las sanciones a Rusia y el apoyo a Ucrania, etc., deberían ser objeto de negociación.
Quizá el problema sea la gran dispersión de las responsabilidades sectoriales de la UE. El Comisario de Comercio de la UE, por sí solo, tiene probablemente un mandato reducido en las negociaciones hasta el momento. Probablemente requeriría que se incluyera en las negociaciones a varios de los demás comisarios, por ejemplo de Economía, Asuntos Exteriores, Defensa, Servicios Financieros y, en efecto, a la presidenta de la Comisión Europea. Es muy posible que el equipo estadounidense se haya hartado del restrictivo enfoque de la Unión Europea en las negociaciones comerciales, lo que ha obligado hoy al presidente Trump a recordar a los europeos la «pistola cargada que hay sobre la mesa», como le gusta llamar a los aranceles al secretario Bessent.
Conclusión
Alcanzar acuerdos en las negociaciones entre EE. UU. y la UE es complejo y requerirá tiempo, y posiblemente un nuevo enfoque de la UE con un mandato más amplio para los negociadores. Dicho esto, creemos que los intereses estratégicos de EE. UU. y Europa están razonablemente bien alineados, y seguimos siendo optimistas de que finalmente se llegará a un acuerdo.
Además, en nuestra opinión los mercados están ya más acostumbrados a la volatilidad ocasionada por las noticias relacionadas con el comercio. Así, aunque una corrección de la bolsa europea es bastante posible, nos parece poco probable que esta vuelva a registrar los mínimos de abril.
DAX es el índice de empresas punteras de la bolsa alemana (Deutsche Boerse), que incluye las 30 mayores emisiones alemanas admitidas en el mercado oficial o en el mercado regulado de la Bolsa de Fráncfort.
El EURO STOXX 50® Index ofrece una representación de las empresa punteras líderes de supersectores de la zona euro. El índice incluye 50 valores de 11 países de la zona euro: Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal.
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