Tres estrategias de gestión patrimonial para mercados bajistas
Aunque la volatilidad del mercado puede ser difícil de asumir, también presenta oportunidades para aplicar diversas estrategias de planificación patrimonial. El estratega patrimonial Ben Rizzuto describe tres pasos a seguir que asesores y clientes pueden tener en cuenta.

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Aspectos destacados:
- El desajuste de los mercados ofrece una oportunidad para reajustar las carteras y revisar las horquillas de tolerancia previamente establecidas para las clases de activos y las posiciones.
- Estrategias como la inversión periódica y el bucketing (clasificación por grupos) también pueden ayudar a mitigar los aspectos emocionales de la inversión en mercados volátiles.
- Los asesores financieros pueden adoptar estas estrategias y técnicas de orientación conductual de eficacia probada para gestionar las finanzas de los clientes, y su estado de ánimo, durante períodos de volatilidad.
El anuncio de los aranceles del «día de la liberación» de la Administración Trump a principios de abril provocó una caída libre del mercado preocupante que muchos inversores nunca habían vivido antes y que ninguno de nosotros olvidaría pronto.
Aunque este tipo de caídas del mercado pueden ser difíciles de asumir, ofrecen a los asesores financieros y a los inversores la oportunidad de tomarse un respiro y aplicar varias estrategias de planificación patrimonial que pueden reportar beneficios en el futuro.
He aquí cinco medidas que los asesores pueden recomendar a los clientes de todo el espectro patrimonial que pueden conducir a un futuro crecimiento de los activos, ahorro fiscal y, lo que es más importante, a una mayor confianza financiera.
1. Reajustar y diversificar
Las fuertes subidas o bajadas del mercado pueden provocar cambios en la asignación de activos objetivo de un inversor. De 2017 a 2024, el S&P 500® Index se había revalorizado en torno a un 150%. Ante las repercusiones arancelarias de principios de abril, los mercados se desplomaron y desequilibraron ciertas clases de activos. Dado este desajuste, ahora puede ser un buen momento para reajustar las carteras y asegurarse de que se consigue una diversificación adecuada. El reajuste puede ayudar a reducir la volatilidad general de la cartera y generar una experiencia menos volátil para los inversores.
Durante el proceso de reajuste, puede merecer la pena que asesores y clientes revisen las horquillas de tolerancia que establecen para las clases de activos y las posiciones. Revisar las horquillas de tolerancia durante las fases de caída del mercado puede ser una forma más adecuada de juzgar cuándo reajustar las carteras, en lugar de simplemente esperar hasta el final del trimestre o del año. En efecto, según una investigación pasada del Dr. Gobind Daryanani CFP®, que introdujo el concepto de «reajuste oportunista», el uso de una horquilla de tolerancia del 20% puede resultar más efectivo.1 Tanto si se eligen horquillas de tolerancia como determinados períodos de tiempo, hay que asegurarse de que se cuenta con un proceso para hacerlo de forma constante.
2. Inversión periódica
Durante las fases de volatilidad, los inversores pueden ponerse nerviosos y emocionales respecto a su asignación global de activos e incluso a la idea de invertir en general. Aunque así sea, seguir ahorrando e invirtiendo es una forma importante de mantener el rumbo hacia los objetivos financieros a largo plazo y ayudar a gestionar la inflación y/o el riesgo de longevidad.
Aunque lo racional sea mantener la inversión a largo plazo, en mercados muy volátiles los clientes suelen ser cualquier cosa menos racionales. Por eso creo que es importante centrarse en lo que puede ser «razonable» (por cierto, Morgan Housel publicó recientemente un gran podcast sobre esta idea). Dicho de otro modo, ¿cuáles son los «pequeños pasos» que pueden dar los inversores para seguir por el buen camino sin asustarse demasiado?
La inversión regular es una opción, sobre todo para los clientes que pueden tener efectivo al margen o asignaciones que necesitan mejorar. Mover activos «importantes» durante esas fases puede asustar excesivamente a los clientes, por lo que dividir una cantidad mayor en aportaciones periódicas más pequeñas puede ser una forma «razonable» de lograr tus objetivos como asesor de forma que el cliente se sienta mejor.
3. Estrategias de bucketing
Hace años que soy un gran partidario de las estrategias de inversión bucketing ―en grupos o basadas en objetivos―, y períodos como en el que nos encontramos ahora son una de las principales razones. Como se muestra a continuación, este tipo de estrategia permite a los asesores asignar la cartera de un cliente durante un largo de tiempo y entre diversas inversiones.
El grupo más importante durante los períodos de volatilidad y emociones es el primer grupo: efectivo o equivalentes a efectivo. Al asignar efectivo o un activo muy conservador y líquido a este grupo, los asesores pueden mostrar a los clientes que no necesitan cambiar sustancialmente sus asignaciones a largo plazo vendiendo acciones y bonos, ya que disponen de activos para cubrir sus necesidades a corto plazo.
Esta idea puede ayudar a aliviar la ansiedad de los clientes y reducir las posibilidades de que vean la situación como una catástrofe y tomen decisiones irracionales. De hecho, investigaciones anteriores que comparaban a los inversores que mantenían una única cartera de inversión con los que utilizaban el bucketing durante la crisis financiera mundial mostraron cómo esta estrategia puede mejorar el comportamiento de los inversores. Durante ese período, el 50% de los que tenían una cartera única liquidaron totalmente o al menos liquidaron sus posiciones en renta variable, mientras que el 75% de los que tenían una estrategia de bucketing no hicieron cambios (Widger & Crosby, 2014).2
Los períodos de volatilidad del mercado son muy habituales. Para los asesores financieros, afrontar la volatilidad implica tener que gestionar tanto las finanzas de los clientes como su mente. Las estrategias descritas anteriormente parten de conceptos financieros y técnicas de orientación conductual de eficacia probada. Al aprovechar estas estrategias, espero que puedas ayudar a los clientes a tomar los limones que nos han da la vida y hacer limonada, o al menos lograr que lo que sucede sea más fácil de asumir.
1 Daryanani, G. «Opportunistic Rebalancing: A New Paradigm for Wealth Managers». Revista FPA, 2008.
2 Widger, C. y Crosby, D. «Personal Benchmark: Integrating Behavioral Finance and Investment Management», 2014.
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