Para afrontar la incertidumbre del mercado, adopta una mentalidad científica
Marquette Payton, directora y consultora de Gestión de prácticas, analiza cómo los principios de una mentalidad científica —incluidos la curiosidad, el escepticismo y la adaptabilidad— pueden ayudar a los inversores a afrontar más fácilmente la volatilidad del mercado y evitar tomar decisiones irracionales.

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Aspectos destacados:
- La volatilidad del mercado puede hacer que los inversores entren en pánico y actúen de forma irracional. Adoptar una mentalidad científica puede ayudar a contrarrestar las reacciones emocionales y ayudar a los inversores a tomar decisiones con fundamento cuando se enfrentan a la incertidumbre.
- Una mentalidad científica promueve la curiosidad, el escepticismo y la adaptabilidad, cualidades que tienen un valor incalculable en el mundo de las finanzas.
- Al fomentar este tipo de pensamiento crítico, basado en pruebas, los asesores pueden ayudar a los clientes a afrontar la volatilidad con mayor confianza y claridad.
La incertidumbre es un hecho de la vida. Nos encontramos con ella todos los días por la sencilla razón de que no podemos predecir el futuro. A pesar de ello, tendemos a movernos por la vida sin pensar demasiado en lo que nos puede acechar a la vuelta de la esquina.
Pero cuando los clientes ven que la rentabilidad de sus inversiones en una pantalla de ordenador pasa del verde al rojo —aunque no se materialicen esas pérdidas—, es fácil que cunda el pánico. Y con el pánico viene el pensamiento irracional.
Mientras los inversores se enfrentan a mercados fluctuantes, cambios económicos y un entorno geopolítico cambiante, ¿cómo pueden los asesores ayudar a sus clientes a tomar decisiones con fundamento? Adoptar una mentalidad científica es una herramienta poderosa.
Entender la mentalidad científica
Una mentalidad científica se caracteriza por la curiosidad, el escepticismo y un enfoque metódico de la resolución de problemas. Implica asumir la incertidumbre como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento, y no verla como una amenaza. Esta mentalidad promueve el pensamiento crítico, la toma de decisiones basada en evidencias y la adaptabilidad, cualidades que tienen un valor incalculable en el mundo de las finanzas.
Los principios subyacentes de una mentalidad científica pueden servir de apoyo tanto a los asesores como a sus clientes en períodos de incertidumbre. Estos principios son:
- Curiosidad y apertura de mente: una mentalidad científica comienza con la curiosidad, que nos ayuda a mantenernos abiertos de mente y dispuestos a explorar nuevas ideas, estrategias y perspectivas. Esta apertura puede dar lugar a soluciones y oportunidades innovadoras que, de otro modo, podrían pasarse por alto.
- Toma de decisiones basada en evidencias: los científicos se basan en datos y pruebas para sacar conclusiones. En nuestro sector, esto significa basar las decisiones de inversión en un análisis y una investigación sólidos, que pueden incluir la evaluación de datos históricos, tendencias del mercado e indicadores económicos. También es fundamental poder comunicar esta información a los clientes sin recurrir demasiado a tecnicismos.
- Pensamiento crítico y escepticismo: cuestionar las suposiciones y escudriñar la información son características distintivas de la mentalidad científica. Este tipo de pensamiento nos permite evaluar de forma crítica la validez de las fuentes y cuestionar la sabiduría convencional, garantizando que las decisiones de los clientes se basen en la realidad.
- Adaptabilidad y resiliencia: el mundo financiero es dinámico y requiere un enfoque flexible. Una mentalidad científica asume el cambio, al considerarlo parte integrante del proceso. Esto permite estar preparados para ajustar las estrategias en respuesta a nueva información o circunstancias cambiantes.
- Aprendizaje continuo: la búsqueda del conocimiento constituye la esencia de la ciencia. Tanto si se trata de mantenerse informado sobre los avances del sector y la evolución de las condiciones del mercado como de organizar un seminario para ofrecer una perspectiva valiosa a los clientes, el compromiso con el aprendizaje permanente es fundamental para el valor que los asesores aportan a los inversores.
¿Cómo pueden los asesores aprovechar la mentalidad científica para ayudar a los clientes a superar la incertidumbre?
Los asesores financieros pueden desempeñar un papel fundamental a la hora de animar a los clientes a adoptar una mentalidad científica, proporcionándoles ideas y apoyo durante los períodos de incertidumbre.
Estas son algunas estrategias para tener en cuenta:
- Promover la resiliencia emocional: este enfoque implica animar a los clientes a tener en cuenta las fluctuaciones del mercado no como retos insuperables, sino como oportunidades de aprendizaje y adaptación. Aplicando los principios de la investigación científica —como la observación, la comprobación de hipótesis y el análisis de datos—, los asesores pueden ayudar a los clientes a tomar decisiones con fundamento, basadas en evidencias empíricas y no en reacciones emocionales. Esto incluye hacer hincapié en la importancia de una cartera diversificada, realizar una evaluación continua de los objetivos financieros y entender las consecuencias para la inversión de los indicadores económicos más generales. Mediante este proceso metódico, los asesores pueden inculcar una mentalidad de curiosidad en los clientes y alentarlos para desarrollar su resistencia, de modo que puedan afrontar la volatilidad con confianza.
- Generar confianza a través de la comunicación. La incertidumbre del mercado ofrece la oportunidad de ser proactivos, coherentes y transparentes en la comunicación con los clientes. La comunicación abierta sobre el entorno del mercado ayuda a desmitificar escenarios financieros complejos para los clientes, que se ven inundados de información contradictoria. La volatilidad también puede brindar la oportunidad de garantizar que la cartera de inversiones del cliente refleje los objetivos financieros a largo plazo por los que habéis estado trabajando juntos. Al permanecer adaptables y dispuestos a ajustar las estrategias en respuesta a la nueva información, los asesores demuestran su compromiso de proteger los intereses de los clientes, lo que refuerza aún más la confianza.
- Apuesta por la racionalidad. Para reducir la ansiedad y promover la confianza, los asesores pueden utilizar una mentalidad científica para proporcionar a los clientes un entendimiento claro y racional de la dinámica del mercado. Este enfoque no solo tranquiliza a los clientes en cuanto a que sus asesores están tomando decisiones con fundamento, sino que también les implica en el proceso, mejorando su comprensión y compromiso.
- Empoderar con el conocimiento. Al igual que los científicos persiguen el aprendizaje continuo, los asesores deben esforzarse por dotar a los clientes de los conocimientos que necesitan para tomar decisiones informadas. Esto puede implicar talleres, seminarios o simplemente ponerse en contacto con los clientes para responder a sus preguntas o abordar sus inquietudes en relación con la volatilidad del mercado. Los asesores también pueden aportar conocimientos al círculo íntimo de los clientes ofreciéndose a conectar con los familiares y amigos afectados.
En un mundo de las finanzas en constante evolución, la incertidumbre es inevitable, al igual que en nuestra vida cotidiana. Al adoptar una mentalidad científica, los asesores pueden ayudar a sus clientes a afrontar la incertidumbre con mayor confianza y claridad. Las estrategias descritas anteriormente son clave para esa mentalidad y pueden ayudarte a crear un marco sólido para apoyar, formar y generar confianza a largo plazo con los clientes, tanto en los buenos como en los malos ciclos del mercado.
La volatilidad es el ritmo y la medida en que sube o baja el precio de una cartera, un título o un índice de mercado. Si el precio oscila hacia arriba y hacia abajo con grandes movimientos, tiene una alta volatilidad. Si el precio se mueve más lentamente y en menor medida, tiene menor volatilidad. Cuanto mayor sea la volatilidad, mayor será el riesgo de la inversión.
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